lunes, 4 de junio de 2012

LA MOTIVACIÓN EN EL PROCESO DE APRENDIZAJE EN EL ALUMNO AUTONOMO


Se define la palabra motivación, desde la Academia como: “un ensayo mental preparatorio de una acción para animarse a ejecutarla con interés y diligencia”. Aquí falta resaltar que la motivación es un proceso psicológico que determina la planificación y la actuación del sujeto, además de que es un estado dinámico más que un estado fijo.

Es interesante pensar las tareas posibles para los profesores que realizan actividades en la modalidad educativa en línea, para que este proceso individual de cada alumno lo conduzca a estar motivado dentro de un programa virtual. ¿Cuál deberá ser su accionar para ayudar a mantener este proceso? ¿Qué condiciones deberá tener el programa virtual para mantener la motivación, para que ésta fluya, no decaiga?, ¿Cómo ir adaptándose a las necesidades de este
tipo de entornos a fin de que los alumnos participen del programa virtual?

5.2 Parámetros para la intervención motivacional en el aprendizaje autónomo:
Huertas (2001) considera seis parámetros para la intervención motivacional en clase son: Tarea, Autoridad, Reconocimiento, Grupos, Evaluación y Tiempo.

a. Tarea:
Preparar la clase de forma multidimensional favorece la percepción de autonomía por parte del alumno y facilita la percepción de la tarea elegida como más interesante. La posibilidad de proponer diferentes tareas (todas encaminadas a los mismos objetivos) facilita el desarrollo de una motivación por el aprendizaje de un modo más eficaz que el esquema clásico de clase unidimensional (un objetivo, una única tarea). Permitiendo que diferentes estilos se integren a la propuesta. Cuando se proponen tareas que suponen un reto moderado, facilitamos la aparición de la motivación por el aprendizaje. Esto permite desarrollar dentro de una perspectiva sociohistórica, de Vigotsky el concepto ya clásico, de zona de desarrollo próximo (ZDP). Los profesores deben plantearse lo que nuestros alumnos son capaces de hacer solos, hasta dónde pueden llegar con nuestra ayuda y, por tanto, trabajar en su ZDP.


b. Autoridad:
La manera que los profesores se manifiestan dentro del aula también es un factor dentro del patrón motivacional. Están los profesores de forma autoritaria, donde su objetivo es la disciplina y el control de sus alumnos.

otra forma es la de los profesores permisivos, que sólo buscan un ambiente donde se observan los límites débiles frente a los requisitos de los alumnos. Finalmente están los profesores democráticos o colaboradores, los que buscan un equilibrio en el control pero de un modo indirecto, presentándose como facilitadores en la realización de las tareas, buscando la participación de los alumnos en la toma de decisiones con respecto a las mismas, buscando la asunción de la responsabilidad de los alumnos para llevarlas a cabo. Estos profesores son los que  trabajan la autonomía y la responsabilidad, sin abandonar al alumno.

c. Reconocimiento:
El profesor es un punto de referencia más o menos explícito, para la valoración de los alumnos. El tema del uso de elogios en la clase también es importante. El elogio por parte de una figura relevante tiene un alto poder reforzador dentro de nuestra especie.

Para poder seguir profundizando en este tema debemos precisar sobre las implicaciones del qué se elogia y el cómo se elogia. Las recomendaciones al respecto pueden ser las siguientes:

Qué elogiar, lo deseable es que el profesor elogie el esfuerzo y el progreso personal, insistiendo en que los errores forman una parte más del proceso de aprendizaje. Pero también se debe tener en cuenta dos cosas: en estos casos se le debe dar pistas a los alumnos a fin de que se le ayude a avanzar en la tarea. Por otro lado, es difícil valorar el progreso si no lo evaluamos adecuadamente y no señalamos las vías a través de las cuales hay que progresar.
Cómo elogiar, se debe realizar la evaluación del modo más privado posible.

d. Grupos:
Otro parámetro para tener en cuenta, es el desarrollo de tareas mediante el trabajo en grupos. El hecho de trabajar en cooperación y colaboración con otros compañeros permite ventajas motivacionales. Facilita el desarrollo del patrón de motivación por el aprendizaje frente al de la motivación por el lucimiento, lo cual no es el espíritu del trabajo en grupo, sino que tiene efectos que se podrían considerar terapéuticos para aquellos alumnos que ya han desarrollado un patrón motivacional de miedo al fracaso. El integrar un grupo que desarrolla una tarea con éxito amplía las posibilidades de aprendizaje y permite optimizar sus perspectivas en el futuro. Aparte, la responsabilidad queda mermada y es mayor la probabilidad de que surjan mensajes instrumentales para optimizar la tarea por el hecho de realizar una atribución interna y permanente.

 
e. Evaluación:

La realización de actividades colaborativas contribuye a la construcción de comunidades de aprendizaje, así como a la construcción de redes afectivas que recuperar los elementos personales y humanos de los aprendices que interactúan a distancia, lo cual sin duda es un elemento importante dentro de la motivación, ya que diluye la sensación de aislamiento.
La primera nos presenta la concepción de la inteligencia que se potencia, es la de un conjunto de habilidades que se acrecientan mediante el esfuerzo. La segunda dimensión a tener en cuenta es la de proceso -producto. Si la evaluación se centra en el producto final, sin dar información sobre el proceso, hace que el alumno se centre en su nivel de ejecución y no en el proceso seguido. Realizar una información sistemática sobre el proceso, concentrará en el alumno el desarrollo de pautas de mejora o control de su actuación en la línea de la motivación por el aprendizaje.

La tercera dimensión, la evaluación pública o privada, ya se ha citado cuando hablamos del reconocimiento. Si es pública la evaluación permitirá las comparaciones entre el grupo y ello origina un ambiente de competición y el fomento de la atribución del éxito a la habilidad. Pero si se informa a los alumnos privadamente de sus logros se hace en relación sobre el proceso personal del alumno, en la forma de avanzar sobre sus posibles errores, desde su propio proceso de aprendizaje.



f. Tiempo:
Un ritmo acelerado de ejecución de las actividades nos lleva a una relación negativa con el rendimiento de los alumnos y la aparición de ansiedades. Operar de forma flexible ante los tiempos   para la resolución de las tareas es un factor motivacional importante para que los alumnos con dificultades no queden fuera.
Tener un tiempo límite tiende a poner nervioso al alumno. La capacidad de asimilar la tensión que se nos produce o de escapar de sus redes es algo que facilita un esquema de motivación positiva (búsqueda frente a evitación). La ansiedad distingue claramente a los motivados por la búsqueda del éxito, de los que padecen miedo al fracaso. Para el primer tipo de alumnos, los que buscan el éxito, se convierte en ansiedad positiva para su rendimiento, mientras que para los segundos, deviene en ansiedad que obstaculiza el mismo.

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